Prólogo.

A principios de agosto.

Cinco alegres chicas disfrutaban de una buena fiesta en una playa de Barcelona. 

Estas cinco chicas que se llamaban, María, 20 años, media melena rubia, piel clara y ojos azules. Aza, 19 años, una oscura melena, piel morena y ojos de un marrón oscuro. Ayla, 19 años, larga melena castaña pero con las puntas rosas, piel morena y ojos de un marrón claro. Sonia, 18 años, media melena castaña oscura y rizada, piel morena y ojos oscuros. Y, por último, Judit, en vísperas de cumplir los 18, larga melena negra y rizada, piel clara y ojos negros. 

Ese mismo día, saliendo del hotel.

Cinco chicos que necesitaban desahogarse, olvidarse de todas sus preocupaciones, acababan de enterarse de que en una cercana playa había una fiesta.

Ellos, David con 23 años, ojos marrones, de piel morena; Álvaro con 22 años a punto de cumplir los 23, ojos verdes, de piel clara, con la típica barba de tres días; Carlos, de 22 años, de piel blanca, ojos de un extraño verde, pelo rubio con flequillo y, su gorro que no se lo quitaba nunca. Blas, 20 años, ojos verdes y piel morena. Y Dani, con 20 años, rubio, piel clara y ojos de un azul intenso. 

Mientras tanto en la playa.

- María, ¿cuántos cubatas llevas ya? -Preguntaba Sonia.

- Te juro que es el segundo, que el primero me lo han tirado. -Le decía María, la verdad que es no balbuceada, pronunciaba bien. Sí, decía la verdad.

- Sí sí. Seguro. -Decía Judit con intención de picarla. 
- Tonta. -Le contestó María sacando el dedo corazón.

La fiesta continuaba. Y al rato, llegaron aquellos cinco chicos.


- Ayla, ¡ven! -Decía Aza.
- Dime. - Respondía Ayla que llegaba corriendo hacia ella. 
- Mira a ese chico de la camiseta blanca. - Le decía ella refiriéndose a Álvaro.
- Es guapo. Aunque prefiero al del gorro. -Se quedó pensativa un momento- A que no hay narices a ir a hablar con él y lo que surja. - Le dijo con un tono desafiante.
- ¡No te atrevas a retar a Aza! - Dijo mirando fijamente a Álvaro.
- No hay narices. -Ayla seguía con aquel tono desafiante.
- ¡Vaya que no!- Dijo colocándose aquella minifalda que llevaba y dirigiéndose hacia el grupo de amigos.
- ¿Dónde va esta? -Preguntó Judit que llegaba con María y Sonia.
- A buscar a ese chico de allí. - Dijo Ayla señalando a Álvaro.


Mientras tanto.


- Oye, esa chiquilla de allí, se está acercando. - Dijo Blas dando un codazo a Álvaro.


No le dio tiempo a contestar cuando llegó Aza. Que muy sonriente les saludó

- Hola ¿qué tal? -Dijo muy sonriente.- No me he presentado, me llamo Aza. -Y se acercó a cada uno, que se encontraban un poco en shock ante su forma de actuar, para darle los dos besos.- Y vosotros, ¿cómo os llamáis?. -Cada uno fue presentándose bajo la atenta mirada de Aza. - Pues encantada. Pues mira, allí están mis amigas. -Dijo señalándolas. - Pues os podéis venir. Es un planazo.
- Si tus amigas son tan simpáticas como tu, claro que vamos. -Dijo Dani mientras se reía.


Entre unas cosas y otras, aquel grupo de jóvenes se acercaron a aquellas divertidas chicas. Mientras iban acercándose, Aza y Álvaro se quedaron atrás.


- Así que Álvaro ¿no? -Preguntó ella sin dejar de mirarle.
- Sí. -Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Y ¿cuántos años dices que tienes? - A la hora de preguntar no se cortaba, era bastante directa.
- Que directa eres tú ¿no? Pues 22 años.

- Interesante. - No pudo evitar echar una pícara sonrisa. - Por cierto, a mi amiga, la del pelo rosa, le gusta Carlos.
- ¿Si? Pues habrá que juntarles ¿no?
- Sí, eso estaba pensando yo.


Y la noche continuó. Música, risas, la playa, intercambio de números de teléfono y alcohol, mucho alcohol.