Capítulo 14.

Las chicas entraron en la sala donde estaban los chicos acabando de arreglarse. 


 - Creíamos que ya no llegábais. - Dijo David colocándose los tirantes.
 - Díselo a Aza, que ha estado media hora diciendo que no sabía que ponerse. - Dijo María que se acercaba para darle un beso. - Y no quería llegar, tiene miedo.
 - ¡Es que no sabía que ponerme! Y no tengo miedo, bueno sí, un poquito.
 - ¿Miedo? Miedo ¿por qué? - Dijo Álvaro pasando su brazo por los hombros de la chica. - Anda ven. - La agarró de la mano y salieron de la habitación donde se encontraban. - Cuéntame.
 - Es por lo del videoclip. 
 - Anda tonta, no te preocupes por eso, como mucho os pararan y poco más. - Entonces la besó, y volvieron dentro de la habitación.


Acabaron de arreglarse, y entró Pablo diciendo que fueran a unas mesas que había en un escenario donde no había fans y se quedaría él. Ellas fueron, bajo la atenta mirada de los fans, algunos se dieron cuenta de que salían en el videoclip, otros simplemente se preguntaban quienes eran.  


Salió Pablo, se apagaron las luces salieron los chicos y comenzaron el concierto con I don't think so. 


Los chicos estuvieron espectaculares durante todo el concierto, que duró aproximadamente una hora y media, entonces pasaron con los fans que eran VIPs. Muchísima gente había para poder verles, hablar con ellos... 


Mientras tanto las chicas se quedaron fuera, pudieron ver como salían las chicas, muchas lloraban, otras reían. Entonces se acercó 


 - Hola. - Se acercó una chica, castaña, con una camisa amarilla, unos pantalones negros cortos, y las gafas negras.
 - Hola. - COntestó Ayla con una sonrisa.
 - Vosotras salís en el videoclip ¿no?
 - Eh, sí. - Contestó Aza mientras miraba a Ayla.
 - Pues me encanta. Por cierto, soy Iris. - Dijo acercándose a Sonia a darle dos besos. Y así a cada una. - Tú, eres la que se besa con Álvaro ¿no? - Dijo cuando le dio los dos besos a Aza.
 - Esto... Sí. -Dijo ella algo avergonzada.
 - Algunas chicas empezaron a decir que estabas saliendo con él. - Aza se quedó pálida, no sabía que contestar. - Pero lo estés o no, fue muy bonito.
 - Vaya, gracias. - Dijo ya más aliviada. 
 - ¿Vosotras no entráis? – Preguntó Iris, con un tono curioso.
 - No, no. Nosotras mejor esperamos aquí fuera. – Dijo Sonia.
 - Bueno, yo me tengo que ir. Pero, si veis a Carlos ¿podéis darle esto? – Dijo sacando un corazón de peluche con una foto de ellos dos.- Se lo quería dar, pero no me ha dado tiempo.
 - Claro, o bueno, a lo mejor si te esperas se lo puedes dar tú. No creo que tarden mucho. – Dijo Judit.
 - Bueno, estoy yo sola, no tardaría mucho. Pero no quiero molestar.
 - No molesta. - Dijo Ayla - Además, ya están allí. – Dijo saludando a los chicos que estaban saliendo. Así que aprovecha ahora. – Dijo Ayla poniendo la mano en la espalda de la chica, indicando que se acercara. 


Entonces la chica se acercó a él y le dio el regalo, abrazos a cada uno, aunque el más sentido, sin duda alguna, fue el que se dieron Carlos y ella.


Nos despedimos y fuimos a cenar a un VIPs. Estábamos ya sentados y con nuestra cena.


 - Chicos, hoy hay que volver pronto a casa. Que mañana nos vamos rumbo a Málaga, hay firma de discos por la mañana. Estaremos un día entero allí, o sea, dos noches y a la mañana siguiente iremos a Murcia, que por la noche tenemos concierto. - Dijo Pablo cogiendo su bebida.
 - ¿Ellas podrían venir? - Preguntó Blas.
 - Pues no lo sé. - Contestó Pablo bastante serio. - No os conviene tener distracciones. 
 - Pero si no nos distraen. - Dijo Dani. - El trabajo es el trabajo, sólo queremos que nos acompañen.


Se quedó pensativo, hasta que finalmente cedió.


 - Está bien. Pero no les distraigais. - Dijo Pablo mirándolas. - Pero ¿cómo iréis? Nosotros vamos justos.
 - Tenemos coche. - Dijo María. - Pero ¿donde os esperamos? 
 - Id a casa de David, y de allí ya vamos todos.


Y volvieron a sus casas, las chicas se fueron a la suya donde aún tenían toda la ropa, y cogieron algo.
Comenzó a sonar, Margot de Pereza, la canción que tenía Aza como tono de llamada. 


 - ¡Hola! - Dijo la voz de Álvaro al otro lado del teléfono.
 - ¡Hola! 
 - No hemos podido hablar casi nada después del concierto, y como estabas preocupada sobre que pasaría. ¿Qué tal?
 - Pues bien, alguna miradita y tal, no sé, lo justo. 
 - ¿Ves? Te lo dije. 
 - Tengo muchas ganas de estar estos días contigo.
 - Es que acabo de estar contigo y te echo de menos.
 - Mira que eres ñoño. 
 - Encima que te digo cosas bonitas.
 - Es que prefiero que me las digas en persona, no por móvil.
 - Bueno, pues te diré cosas bonitas sólo en persona. 
 - ¡Cuelga ya! - Gritó  Ayla. - ¡Que no me dejáis dormir!
 - Mira que eres vaga y refunfuñona. - Le gritó Aza. - Bueno te cuelgo, a ver si descanso un poco.
 - Está bien. Te quiero, pequeña. 
 - Yo más. 


Dicho esto, colgaron ambos a la vez. Y se fueron a descansar, pues les esperaban unos días muy largos.